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martes, 2 de abril de 2013

Enfermedades Súbitas


SINTOMAS
Cuando una persona se enferma súbitamente, por lo general, esta se
ve y se siente enferma. Algunas señales comunes incluyen:

Dolor
Fiebre
Sensación de mareo, confusión o debilidad.
Cambios en el color de la piel (pálida o enrojecida y sudorosa)
Nausea o vomito
Diarrea
Cambios en el estado de la conciencia.
Convulsiones.

TRATAMIENTO
Primero, revise el lugar para determinar que sucedió, luego revise la víctima.
Observe y atienda aquellas afecciones que pongan en peligro su vida:
Pérdida del conocimiento, dificultad para respirar o paro
respiratorio, ausencia de pulso, sangrado abundante o dolor agudo en el
pecho.

Después haga lo siguiente:
Ayude a la víctima a descansar en posición cómoda.
Evite que se enfríe o acalore.
Intente tranquilizarla.
Observe si sufre cambios en el estado de conciencia o forma de respirar.
Si la víctima esta consciente, pregúntele si padece alguna
enfermedad o si esta tomando algún tipo de medicamento.

DESMAYO O LIPOTIMIA
Es un estado de malestar repentino, con pérdida parcial o total
del conocimiento, que dura solo unos minutos, esto ocurre cuando no
llega suficiente sangre al cerebro durante un periodo corto de tiempo.
Las
causas del desmayo o lipotimia pueden ser: Emociones fuertes (temor,
alegría), aire viciado en sitio cerrado, ayuno prolongado, dolor.

SEÑALES
Debilidad repentina
Palidez
Sudoración fría
Visión borrosa
Inconsciencia
Caída súbita
Respiración superficial
Pulso débil

ATENCIÓN
Coloque a la víctima en un sitio que tenga buena ventilación
Afloje la ropa para facilitarle la respiración
Indique que respire profundamente, tomando aire por la nariz y exhalándolo por la boca.
Pídale que tosa varias veces. Este estimulo hace que mejore el riego sanguíneo cerebral.
Si esta consciente acuéstela boca arriba, lévate las
piernas para facilitar el retorno el retorno de sangre al cerebro.
No le de nada de comer, ni beber
Si la víctima vomita, colóquela de lado.

CONVULSIONES
Cuando el cerebro deja de funcionar normalmente a causa de una
lesión, enfermedad, fiebre o infección, la actividad eléctrica del
cerebro se vuelve irregular. Esto puede causar la pérdida del control
del cuerpo ocasionando convulsiones.

La
convulsión es la contracción involuntaria y violenta de los músculos,
que puede afectar uno o varios grupos musculares y provoca movimientos
irregulares. La crisis convulsiva se inicia con una pérdida brusca del
conocimiento y la caída de la víctima al suelo.

Las causas más frecuentes de una convulsión son:
Epilepsia, Rabia, Tétanos, Histeria.
Traumatismos en el cráneo, Alcoholismo, Intoxicaciones, Fiebre alta (40 - 41 ºC), especialmente en niños.

SEÑALES
Contracciones musculares generalizadas en las extremidades y cara localizas en un área del cuerpo
A veces hay mordedura de la lengua y salida de espuma por la boca.
Hay salida espontánea de orina, materia fecal, por la falta de control de esfínteres.
Gritos.
Inconsciencia.
Si la contracción muscular es muy severa y prolongada puede haber fractura de uno o más huesos.
Al ceder la convulsión y recuperar la conciencia, la
víctima se queja de dolor de cabeza, dolor muscular, fatiga y no
recuerda nada de lo sucedido durante el periodo convulsivo.

ATENCIÓN
Si ocurre en un lugar publico, pida a los espectadores que no rodeen a la víctima.
Para evitar que se lesione, retire cualquier objeto cercano con el que pueda hacerse daño.
Afloje la ropa de la víctima.
Coloque un saco, una cobija u otro elemento doblado en la parte posterior de la cabeza para evitar lesiones.
No trate de abrirle la boca, pues puede producirle luxación del maxilar y mordedura.
No le inmovilice las extremidades, porque puede producirle fractura.
Contabilice el tiempo que dura la convulsión; este dato es importante para informar al medico.
Cuando los espasmos han cesado, limpie la espuma de la boca para evitar que sea aspirada por la vía respiratoria.
Abríguela
Al término de la convulsión, la víctima suele volver a
respirar normalmente. Es posible que sienta un poco de somnolencia o
desorientada. Revise si la víctima se lesionó durante la convulsión.
Inténte tranquilizarla.
Trasládela a un centro asistencial.

FIEBRE
Es la señal de distintas enfermedades, la mayoría infecciosas.
La fiebre es un signo de alerta, es la manifestación orgánica, que
indica la presencia de enfermedad y con su disminución el cese o la
mejoría de la misma.

En los niños
pequeños es frecuente que la fiebre alta vaya acompañada de
convulsiones. Es importante fijarse como empieza y cuando se le quita.
Esta información puede ser útil para identificar la enfermedad. Para
saber si una persona tiene fiebre es necesario controlar la temperatura.

La
temperatura corporal varía con la hora del día. Es más baja en las horas
de al madrugada y sube en las horas de la tarde. También varía según el
sitio en que se tome. Para su medición se utiliza el termómetro clínico
o la apreciación al tacto. La temperatura normal del organismo es de 37
Grados Centígrados. En general solo se debe bajar la fiebre cuando la
temperatura es superior a 38.5 grados centígrados.

SEÑALES
Aumento de la temperatura al tacto, especialmente el cuello y la cabeza, mientras las manos y pies están fríos.
Escalofrío
Pulso y respiración acelerados.
El paciente pasa mala noche, especialmente en niños que usualmente duermen bien.
Pérdida súbita del apetito.
Cuando la fiebre es muy alta el paciente puede estar
irritable, sensible a la luz, con dolor e cabeza con inquietud o mareo; a
veces se puede acompañar de un estado de confusión mental, llamado
delirio, con desorientación en tiempo y lugar, puede tener alucinaciones
y convulsiones.
Cuando un niño especialmente activo deja de moverse, jugar o estar somnoliento durante el día.

ATENCIÓN
Baño con agua tibia por un periodo de 5 minutos; no secar,
cubrir inmediatamente con una sabana o toalla de color claro. Otro
método consiste en desnudar completamente el niño y airearlo por todo el
cuerpo (utilizando un periódico o cartón a modo de abanico) por unos 15
a 20 minutos o hasta que toda la piel se sienta fresca, vistiéndolo a
continuación con ropa limpia, seca, ligera y holgada.
Iniciar hidratación con suero oral, agua u otras debidas.
Fraccionar la comida sin forzar su consumo
Administrar un medicamento antipirético (aspirina) teniendo en cuenta las precauciones.
Mantenga el lugar fresco y ventilado.
Controle la temperatura cada 6 horas
Consulte al médico para descubrir y tratar la cau
sa

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