Woodlore de Forester, obsequio de mi novia, que me lo ha regalado por mi
cumpleaños junto con el libro recientemente traducido al español (es un decir) de Ray Mears. Un cumpleaños muy bushcraft me ha quedado; aunque yo prefiero la palabra campismo. Castizo que es uno, al menos en cuanto al idioma.
En
realidad, hasta que apareció este Woodlore de Forester, que me
encaprichó, lo que tenía en mente era comprar un Enzo Trapper. Pero si
tengo la oportunidad de comprar un producto nacional, que encima puedes
también personalizar... pues no me lo pienso.
Lo
encargué en acero 12c27, cachas de amboina, sin pin mosaico, sin
cremallera y con la única inscripción en la hoja de la marca. Se me
olvidó pedir pasadores de latón, que me gustan más que los plateados
(creo que son de aluminio).
Es
cómodo, fuerte, ligero y muy práctico. El acero es duro como él solo. La funda, preciosa en su sencillez, muy
bien hecha y robusta, de una sola pieza de vaquetilla.
Comparado con un Mora Clipper:
Las
cosas que cambiaría para dejarlo totalmente a mi gusto: le daría menos
ancho de pala, redondearía el mango un poquito más y le haría un vaciado
scandi real, estas dos últimas supongo que caerán con el tiempo. El
vaciado creo que mejoraría su comportamiento con la madera.
Ah, a
no ser que alguien me avise alguien de que es una burrada, también lo
voy a sumergir en aceite para teca y darle cera tras el secado, que es
como suelo tratar la madera; creo que la madera viene tal cual.
Oscurecido por el aceite creo que quedará todavía más bonito.
Un par de agarres:
Algunas
divagaciones: aunque a mí me parece una preciosidad, es el típico
cuchillo que parece feo al profano. De hecho, elegí vestirlo con una
madera de aspecto lujoso para contrarrestar en lo posible ese aire de
cuchillo de cocina que tiene. Esto de no impresionar al profano me
parece toda una ventaja: no solo será raro que me lo pidan prestado (con
lo que me ahorraré decir que no), sino que seguro que es una ventaja
ante las autoridades: "Es para cocinar".
Sobre esta supuesta
fealdad, hay que comentar que le viene en los genes, ya que los
cuchillos Woodlore no son lo más impresionante del mundo. A mí me
parecen preciosos; pero supongo que hay que entender los porqués de su
diseño para apreciarlos. Al menos es lo que me pasó a mí: de entrada, no
me gustaron, pero me fueron entrando con el tiempo (gracias a Hachu aquí, por cierto, sus lecturas fueron las que me empezaron a meter este gusanillo). Una explicación del diseño por su creador Ray Mears en uno de sus libros:
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Traducción algo libre: Un
filo pequeño es indispensable. Lo mejor es algo que no pueda cerrarse
sobre tus dedos, un cuchillo con funda. Debe ser compacto, con un mango
que facilite un agarre firme. Sobre todo, debe ser fuerte y mantenerlo
afilado.
El cuchillo Woodlore [sabiduría tradicional del bosque]
Cachas
de asta o madera dura. / Mango con forma para que puedas sentir en la
oscuridad el lado del filo y evitar que tus dedos se deslicen hacia él;
la guarda es un estorbo. / Filo en bisel de fácil mantenimiento y
perfecto para trabajar con madera. / Hoja fuerte y de ancho suficiente
para que pueda ser fácilmente asido por ella.
* * *
Para
acabar, mi agradecimiento más sincero a la gente de este foro en
general y especialmente a aquellos foreros (ellos ya saben quiénes son)
que me ayudaron a ponerme en contacto con la Cuchillería Forester y los
pacientes que respondieron a mis privados haciéndoles preguntas sin fin.
Por
supuesto, gracias a la gente de la Cuchillería Forester, en especial
Victoria, por aguantar mis correos llenos de maniáticas peticiones. Me
pareció estar tentando la suerte "pidiendo cositas". Las han cumplido
todas. Más agradecido no puedo estar.