Se puede hacer con sardinas o con boquerones y se conservan durante mucho tiempo. Simplemente consiste en comprar sardinas o boquerones lo más fresco posible... no hace falta destriparlos ni desescamarlos ni lavarlos, se ponen en un recipiente sobre una capa de sal gorda, alternando capas de pescado y de sal, la última capa de pescado se cubre con sal y se mete en el frigorífico dos días.... en el proceso, el pescado expulsa cierta cantidad de agua...
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Pasados los dos días se quita la sal de del pescado, poniendo cada uno de ellos debajo de un chorro de agua del grifo hasta que se queden sin granos de sal en el exterior.
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Acto seguido se secan con papel de cocina y se guardan en el frigorífico, de esta forma van perdiendo más agua y endureciendose con el paso del tiempo... si los sacamos del frigorífico, también se conservan, aunque en tiempo caluroso tienden a sudar aceite. Se pueden comer desde el primer día, a mi me gustan crudas con un poco de pan... si te resultan demasiado saladas puedes dejarlas menos tiempo en sal 24 a 48 horas o puedes rehidratarlas como el bacalao y cocinarlas o comerlas crudas o añadirlas crudas a una ensalada... o comerlas crudas con habas frescas como el bacalao.
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