Una de las cosas que siempre llevo encima y en el botiquín son las tiritas cicatrizantes COMPEED. Las descubrí hace bastantes años, me las recomendaron y después de probarlas no he utilizado otras.
Se trata de tiritas que ayudan a la cicatrización de las pequeñas heridas que nos hacemos en cualquier parte del cuerpo. Funcionan a modo de SEGUNDA PIEL, de manera que una vez colocadas, nos podemos mojar la herida sin problema. Son elásticas por lo que se pueden poner en lugares delicados, como codos, rodillas, etc.. Además, evitan y repelen la suciedad.
Lo que mas me llamó la atención era la instrucción clara de NO QUITARSE LA TIRITA HASTA QUE SE EMPEZARA A DESPEGAR POR SI MISMA. Estuve varios días con ella puesta y con cierta angustia ya que no sabía realmente que estaba ocurriendo en la herida. Cual fue mi sorpresa cuando al cabo de unos días empezó a despegarse por un lateral, y en cuestión de unas horas estaba casi fuera, y la herida se me había curado.
Por aquel entonces, estas tiritas tenían aspecto asiliconado, de color carne. Hoy han sacado una variedad bastante amplia: para rozaduras en los pies, para ampollas, antifricción, etc... y algunas son mas parecidas a una tirita convencional, pero sin perder sus características.
