No obstante, en mis salidas, me aplicaba el cacao constantemente, porque respiro mucho por la boca, pero se formaba una película gruesa, que me era sumamente incómoda y pringosa, que además no curaba cuando ya los tenía agrietados por el sudor, el chuparse constantemente, etc.
Probé el Letibalm y la sorpresa fue monumental. No sólo protege de las agresiones que el sol, la saliva, el viento y el frío extremo produce en la piel de los labios, aportando una sensación de frescor inmensa con el menthol, sino que además repara eficazmente las posibles grietas que se producen en los labios en un breve espacio de tiempo.
Un resultado magnífico, vamos. Lo compro en farmacia, no es de los baratos, pero merece la pena. Que yo conozca, existen dos formatos: Una pequeña cajita redonda, con textura de cacao ligero para aplicar con el dedo, o un pequeño tubo con textura de pomada, para aplicar directamente en la boca, pues la terminación del tubo tiene forma de punta de pintalabios y es de cómoda aplicación.
En esta, podéis ver la textura de la cajita, tipo cacao y para untar con el dedo. Son muy pequeños ambos formatos, ideales para llevar en el bolsillo (es lo que yo hago con el tubito en las salidas) y duran bastante.
Y aquí podéis ver la boquilla del tubito, para aplicar directamente sobre los labios. Este producto también es fenómeno para cuando tienes las fosas nasales rozadas o escocidas por frotar con los pañuelos. Repara enseguida y alivia.
Espero que os guste, y si lo probáis ya me contaréis a ver que tal.
