Espero que a ninguno de los que leéis esto os hayan tenido que llevar en
ambulancia. Y si algún día os pasa, no estaréis en condiciones de
fijaros en los detalles que comento en esta entrada: ¿qué equipamiento
hay en una ambulancia? ¿Es una furgoneta con una camilla o un quirófano
rodante?
Antes
de nada, un poco de contexto. Grosso modo hay tres tipos de ambulancias
(cuyos detalles y denominación dependen de las comunidades):
•
“Ambutaxi”: una camilla, una botella de oxígeno y un botiquín básico.
Sirven simplemente para traslados de pacientes estables (típico abuelito
en silla de ruedas que tiene que ir al hospital para la sesión de
quimio), y no llevan personal sanitario. Tranquilos, no son las que van a
buscarte cuando llamas al 112.
• Soporte vital básico / SAMU: Son
las que envía el centro de coordinación para la mayoría de
intervenciones. Van asistidas por dos técnicos (ATA Asistente de
Transporte en Ambulancia), que no pueden administrar ninguna medicación
que no sea oxígeno, pero tienen algo más de equipamiento que las
anteriores (desfibrilador automático, collarines…).
De hecho, al menos en Navarra, todas las ambulancias que moviliza la ANE
están igual de equipadas que una medicalizada: material para
intubación, respirador automático, monitor cardíaco, sueros, fármacos,
férulas… Tanto es así que se les denomina “medicalizables”: pueden
funcionar como UVI móvil si se monta un médico en ella.
• Soporte
vital avanzado / SAMU-UCI / UVI móvil: Las joyas de la corona. Su
dotación es de conductor, técnico, médico y enfermera, y son capaces de
prestar todo tipo de cuidados de emergencia. Para ello tienen el
equipamiento necesario en una unidad de cuidados intensivos: desde un
desfibrilador/marcapasos hasta una bomba de perfusión (para inyectar
medicamentos lentamente), frigorífico y termo (para insulina o sueros
calientes).
Explicado esto, veamos una de ellas por dentro. En este
caso, una SAMU de Cruz Roja que, entre llamada y llamada, tuve la
oportunidad de fotografiar (¡gracias, Moby!).
Primero
abramos las puertas traseras.De izquierda a derecha, están las botellas
de oxígeno medicinal conectadas a la instalación de la furgoneta para
alimentar las distintas tomas de pared. Los collarines mantienen rígido
el eje cabeza-tronco, algo crucial si no queremos desnucar a un
accidentado con fracturas vertebrales altas. Y las férulas, que
inmovilizan una extremidad fracturada mediante un mecanismo parecido al
del colchón de vacío. Un colchón lleno de bolitas de plástico que se
adapta a la forma del enfermo, y que se queda rígido cuando lo vaciamos
de aire. Es muy útil para transportar a pacientes que no se pueden
menear demasiado (no conviene tener danzando las fracturas de un
politraumatizado).
Encima del colchón hay sueros de todos los tipos y sabores: salino, glucosado, Plasmalyte, Gelafundina,
etc. Y, a su lado, material de curas: vendas, gasas, Betadine,
tensiómetro… pero esto sale mejor en otra foto. Al fondo, encima de la
ventanilla que comunica con la cabina, está el panel que controla las
luces del habitáculo.
A la derecha de esto hay un tablero espinal
(porque, si la columna vertebral está jodida, el blando colchón de la
camilla no es la mejor opción) y una camilla de cuchara, que es como un
tablero pero se abre por el medio, para recoger al paciente del suelo moviéndolo lo menos posible. Como curiosidad, son de plástico para poder hacer radiografías sin necesidad de retirarlas.
A
su lado, unas mochilas “de ataque”, con material de primera
intervención. Y por último, una silla plegable para evacuar al enfermo
desde un edificio, porque la camilla no cabe en el ascensor.
Un poco
más de detalle: ¿qué hay en esas mochilas? Resumidamente, el material
que te puede hacer falta cuando te bajas de la ambulancia y entras en el
domicilio o el parque a atender al accidentado (aquí en versión
militar):
En
estas mochilas tienes herramientas para ventilar al paciente (tu
prioridad, antes que hacerle cualquier otra perrería): un Ambú, que es
la marca de una bolsa autoexpandible para insuflarle aire en los
pulmones, con un reservorio (la bolsa negra fláccida en un extremo) que
permite aumentar la concentración de oxígeno, y una mascarilla para que
no fugue nada de aire cuando se lo metas a presión. Si el paciente está
realmente mal, posiblemente necesites meterle un tubo en la tráquea ayudándote con un laringoscopio
que aparte la lengua e ilumine la entrada a la laringe: con esto
asegurarás que a los pulmones va todo el aire que le das… y sólo el
aire, nada de vómito. Pero esperemos que el paciente esté consciente y
respirando por sí solo: entonces basta con que pongas una mascarilla
conectada a la bala de oxígeno, y listo.
De las gasas y vendas, creo que no hay nada que comentar. Y de los catéteres, parecido: tubitos de plástico que se meten en la vena y por los que pasas fluidos según convenga.
Perfecto: ahora vamos a la puerta lateral para echar un vistazo a todo aquello que se nos escapó en la foto anterior.
Arriba,
abriendo la tapa, tenemos varios ganchos para colgar los sueros. Justo a
su lado, el respirador (que veremos después con más detalle). En los
compartimentos de arriba hay todo tipo de cosas que pueden hacer falta
en una urgencia: bolsas químicas de calor o frío (para un esguince, por
ejemplo), etiquetas para clasificación de heridos en catástrofes
(triage), accesorios pediátricos (manguitos, sensores), etcétera. A la
izquierda, material de curas (lo típico: gasas, esparadrapo, apósitos)
encima de un tensiómetro y un pulsioxímetro portátiles. Debajo de esto, y
tapado por la butaca, otro Ambú como el de la mochila.
Dos
cacharritos con pantalla: el de la izquierda es un tensiómetro y
pulsioxímetro automáticos, que registra la presión arterial y la
concentración de oxígeno de la sangre, y el de la derecha es un
desfibrilador. Luego los vemos más de cerca.
Encima de estos dos
aparatos, una toma de oxígeno y otra de vacío (aspiración para
secreciones, sondajes…), lo mismo que el aspirador de abajo, oculto por
la camilla.
Y a la derecha, una pequeña botica (el ampulario es una
placa con agujeros de goma para sujetar las ampollas de medicación por
su cuello). Debajo de esto, cajones con sondas vesicales, nasogástricas,
tubos de punción venosa (Vacutainer™), catéteres IV (Abbocath™), bisturíes, agujas y sedas para sutura, más gasas y vendas.
Por último vamos a lo que más me gusta: las cosas con pantalla y botoncitos. Primero, el respirador.
Tenemos
un paciente inconsciente que no respira y al que le hemos metido un
tubo en la tráquea. Ahora podemos estar ventilándole con el Ambú,
apretando el balón para insuflarle aire doce veces por minuto, durante
la media hora de traslado hasta el hospital. O podemos conectarlo a un
respirador automático que hará eso por nosotros. El de esta ambulancia
es el más básico de todos, el Oxylog 1000.
Este ventilador sólo tiene un modo: ciclado por tiempo. O sea: le
decimos la frecuencia respiratoria (rueda central), cuánto volumen tiene
que meter en cada insuflación (rueda de la derecha), y qué presión
máxima puede alcanzar, no sea que reventemos los pulmones (rueda de la
izquierda). Es tan básico que ni siquiera lleva baterías (emplea la
presión del circuito de oxígeno para funcionar) y sólo nos permite
elegir tiene dos concentraciones de oxígeno (interruptor superior): 60 o
100%
Y el último, la perla que puede salvar una vida si se usa a tiempo: el desfibrilador.
Este es un Heartstart XL,
de lo mejorcito para emergencias. Funciona como desfibrilador
semiautomático en tres sencillos pasos: 1, giramos la rueda a la derecha
y pegamos los dos electrodos (o las palas), con el 2 analiza el ritmo y
se cargan los condensadores, y pulsando el 3 le churrusca los pelos del
pecho si es necesario. También puede funcionar como un simple monitor
cardíaco, como un desfibrilador manual (ajustando potencia y
sincronización), o incluso como marcapasos externo, por si el corazón
fuese incapaz de llevar su propio ritmo. Lo malo es que esta opción es
pelín dolorosa, porque está chispando al paciente cada segundo: por eso
hay que sedarlo un poco antes de hacerlo.
Con la tontería, y viendo
todo por encima, he soltado una buena chapa, así que este es el momento
en el que me callo y vosotros preguntáis lo que haya explicado mal y no
esté claro. Y espero que os hayáis quedado más tranquilos sabiendo que
estaréis bien atendidos si alguna vez necesitáis una ambulancia.
Visto en Per Ardua ad Astra
.
Temas del Foro SyN
- Agua (32)
- Botiquines (42)
- Cajas/Kit de Supervivencia (118)
- Climatología (10)
- Comida - alimentaciòn (118)
- Cuchillos (504)
- ESPECIAL : Hornillos y menaje de cocina (36)
- Fuego (76)
- Habilidades y destrezas (131)
- Herramientas para la Supervivencia (11)
- Material y equipamiento (Generalidades) (136)
- Navajas (196)
- Orientación (23)
- Primeros Auxilios (59)
- Pruebas y testeo de armas blancas (85)
- Refugio (45)
- Señalización / iluminación (89)
- Supervivencia en la Naturaleza-Comportamiento y actuaciones (35)
- Técnicas y construcción de trampas y artes de pesca (46)