.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Tormenta en la montaña. ¿Que hacer?

Es interesante saber reaccionar, no solo por lo que un nubarron representa, sino, ante la amenaza de aparato eléctrico. He encontrado esta información que me parece bastante util y aquí os la pongo:

¿Qué hacer en caso de que una tormenta nos sorprenda en la montaña?

- Ante todo mantener la calma, valorar la situación y actuar de forma lógica.

- Si estamos en un lugar alto o encrestado hay que bajar, evitando crestas, lomas y aristas, y refugiarse en partes bajas no propensas a inundarse.

- Hay que abandonar todo lo que llevemos metálico, especialmente piolés y bastones, al menos a 30 metros de distancia.

- La mejor posición para esperar que pase la tormenta es en cuclillas, quietos, lo más agachados posible, tocando el suelo sólo con las botas (la goma de las suelas es buen aislante). También podemos esperar sentados encima de un objeto aislante, una cuerda enrollada, o la mochila si no tiene armadura metálica.

- Podemos guarecernos en el interior de una cueva si ésta tiene cierto tamaño (al menos metro y medio de profundidad y al menos dos metros de anchura) y si no hay un curso de agua en ella.

- Podemos protegernos en el interior de un bosque, mejor cerca de los árboles más bajos.

- Podemos protegernos en el interior de un coche o furgoneta, tras bajar la antena y cerrar las ventanillas y entradas de aire. (Se forma una 'jaula de Faraday' que aísla eléctricamente).

- Si estamos en un refugio, hay que cerrar todas las puerta y ventanas para evitar corrientes de aire, y apagar la chimenea.

- Si estamos en una vía ferrata hay que abandonarla inmediatamente.

- Si estamos cerca de una pared de piedra, hay que mantenerse al menos a tres metros de distancia, es decir, no pegados a ella.

- Alejarse de verjas metálicas, alambradas, vías de ferrocarril, instalaciones eléctricas o telefónicas, motocicletas o maquinaria agrícola que podrían actuar como pararayos.

- Apagar teléfonos móviles y walkie-talkies.

- Mantenerse alejado de rebaños y animales.

¿Qué NO hacer?

- No hay que correr, ya que la turbulencia de aire provocada podría atraer al rayo.

- No hay que protegerse bajo árboles o piedras aisladas, que podrían hacer de pararayos.

- No entrar en aroyos, charcas o lagos, ya que el agua es buena conductora de la electricidad.

- No usar paraguas con punta de metal.

- No coger ningún objeto metálico con las manos.

- No andar descalzo.

- No hay que quedarse en vaguadas, valles estrechos o zonas donde pueda aculumarse el agua, para no vernos sorprendidos por una crecida.

- No protegerse en una tienda de campaña, ya que sus varillas metálicas podrían hacer de pararayos.

- No montar a caballo ni en bicicleta.

El rayo está cerca si notamos:

- Que se eriza el pelo de los excursionistas

- Que los objetos metálicos zumban como un enjambre de abejas

- Que los objetos metálicos emiten destellos

- Pequeñas descargas eléctricas entre montañeros

Estamos ante desplazamientos de cargas eléctricas, el aire se ha vuelto conductor, y el peligro de rayo es inminente. Hay que tumbarse en el suelo rápidamente, en la parte más seca que encontremos, manteniendo cierta distancia entre los integrantes del grupo.

Si un rayo alcanza a un miembro del grupo:

- Podemos atenderle enseguida, ya que el rayo no queda en él.

- Hay que aplicar técnicas de reanimación (boca a boca si no respira, masaje cardíaco si no tiene pulso).

- En los puntos del cuerpo por donde haya entrado y salido el rayo habrá quemaduras, que hay que curar adecuadamente.

- El accidentado puede haber perdido la visión o el oído, tener trastornos nerviosos o algún hueso roto.

- Hay que pedir urgentemente asistencia médica.

Lo mejor, prevenir:

- Si vemos que se acumulan gruesos nubarrones, con aire cálido y húmedo, y con turbulencias de aire, lo mejor es dar media vuelta y finalizar la excursión cuanto antes.

- Asimismo, en verano hay que comenzar las rutas muy temprano, para asegurar que terminamos antes de las cuatro de la tarde, evitando así los momentos de mayor probabilidad de tormentas.



Fuente: http://www.haciendocamino.org/

El rayo cae, la mayoría de las veces, en el punto de mayor diferencia de potencial tierra nube y siguiendo el camino de menos resistividad. Al fín y al cabo, el rayo lo que consigue es la igualación de las cargas eléctricas nube-tierra por medio de una descarga entre ellas.

Las cargas eléctricas de la tierra se concentran en los objetos puntiagudos y mas alejados de la tierra, arboles, campanarios y personas sobresaliendo del entorno. También, por el efecto condensador y de distribución de cargas eléctricas, si estás sobre la tierra con un aislante entre ella y tú; te verás, igualmente, cargado eléctricamente y con una concentración de cargas, del mismo signo que las de tierra, en la zona mas alejada del suelo.

Por eso hay una cosa que no es totalmente cierta. Es lo de usar zapatos aislantes del suelo; ya que lo que se consigue con eso es la acumulación de carga eléctrica en el cuerpo y el aumento de la atracción del rayo.

Es mejor estár en contacto con el suelo, lo mas extendido posible y sin puntas sobresalientes. Puedes tocar perfectamente un cuchillo; y si lo clavas en tierra mejor; ya que así adquieres la carga eléctrica del terreno circundante y minimizas las opciones de que el rayo caiga sobre tí.

Si veis que se forma el crepitar o se erizan los pelos, inmediatamente tumbaros en tierra, rodad y clavan los dedos en ella. De esta forma logramos igualar la carga eléctrica con el suelo, minimizando la atracción del rayo.

Si veis que en algún sitio aparece un cierto resplandor y fuego de San Telmo; alejaos, ya que es una zona ionizada, con menor resistencia eléctrica, que mejora el discurrir del rayo, posibilitando y aumentando su descarga.

Si os encontrais en una campa sin posibilidad de protección y teneis algún objeto alargado metálico; cuando veis que la tormenta se acerca, lo clavais en el suelo apuntando hacia arriba y os alejais 100m de él, os tumbais en tierra y procurais estár en contacto con ella. De esta forma habeis fabricado un pararrayos y os habeis alejado de él lo suficiente para que las corrientes disipadas en tierra no os afecten.